La lluvia caía tras el cristal...
La niña la miraba de pie,
pegada a la transparencia
y su aliento era como una calima
una niebla a este lado del cristal...
así, su mano la apartaba
dejando sus huellas deslizándose...
...mojadas y, quizás, pensativas
en una tarde cálida y húmeda...
impregnada por una tierra sedienta....
que bebe impasible.
lunes, mayo 14, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario