La noche estaba servida
Entre el valor de la calle
Entre el fragor de la batalla,
Corriendo entre paredes
Esperando la casa del amigo
Que él nunca volvió a ver...
Me desplomé entre la verdad
Y pensé entre mentiras
Que aquel día podría desaparecer
Para que volviese el áimo cansado....
De una tregua infame,
Que siguió matando a mandados...
a tristes soldados de botas de hierro
En campos de barro.
lunes, mayo 14, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario