sábado, abril 07, 2007
El techo del mundo.
Los cielos en Cazarabet estaban poseídos por texturas…una vez, un pintor de Castilla se quedó tan fascinado que dejó todo para venirse aquí y divertirse bajo el cielo que roza Cazarabet…lo consiguió, fue feliz. Cuando murió, muy mayor, sus cenizas se esparcieron con la suave brisa que parecía nacer del cielo.
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