martes, enero 16, 2007

Microrelato desde aquí....

El cielo de esta tierra, como todos los cielos, tiene algo de especial. Quizás no tenga tanta luz como los cielos de la costa bañada por el Mediterráneo, pero sus tonos de luminosidad mate son todo un acierto, relajante, para los sentidos. Mientras tanto las nubes parecen jugar con él al escondite, camuflando sus dibujos y figuras entre los vientos y las brisas. Ya sólo falta el sol, que abre y cierra el día son sutiles rayos que descomponen los cielos y los devuelve irrepetibles. El valle y la depresión del río se abren y cierran mirando a un cielo diferente y galopante con los sentidos.

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