lunes, febrero 26, 2007

El sargento.

La colina estaba desierta, fría y amarga como una noche sin luna, como un beso sin estima….aún sabiendo esto, el comando del Sargento Bush, debía conquistar aquella colina desierta, sin épica ni un atisbo de epopeya. A Bush le disgustaba esto… él quería una toma de la colina con gritos, ametralladoras, balas, heridos, cuerpos que se desangran,… le gustaría morir empuñando su fusil como un héroe póstumo, ya le parecía escuchar las salvas en su entierro. Vendría hasta la borracha de su ex mujer.
Entonces un grito firme rompió el silencio y llamó a la acción. Los soldados avanzaron y subieron ágilmente la colina…. Una vez arriba se agazaparon y apuntaron al vacío…
Una voz gritó corten. Todos los extras y actores se citaron en el comedor, pero el actor que interpretaba al sargento se quedó solo y triste: no le gustaba ponerse en la piel de un ausente.

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