miércoles, febrero 28, 2007

NICODEMO.

Nicodemo estaba solo aquella noche de finales de febrero, me miró se acomodó y noté, no sé cómo, que me reconoció del día en que habíamos estado con Nicolás. Eran pelo y uña….
En su pecho, Nicodemo mostraba una mancha triangular de un blanco inmaculado, después presentaba algunas motas, como pinceladas, principalmente en su panza. Sus ojos eran de un verde brillante y claro. Nicodemo era un gato valiente que desafiaba a las malas circunstancias; solía acompañar a Nicolás porque éste compartía con el un silencio aullador…habían sido como hermanos desde que sus “amos” les abandonaron en aquella húmeda cuneta frente a las masías . Allí, terminarían conviviendo como en un paraíso terrenal.
Nicodemo era el vigilante del pajar y el que con movimientos, estiramientos, saltos, piruetas y aullidos avisaba a los amigos del Mas de que se acercaba alguien y con qué intención lo hacía. Nicodemo era así: callado, pero efectivo…mientras tanto Nicolás hacía compañía, escuchaba…mimaba, levantaba sonrisas y se dejaba mimar..

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