La luna le dijo a la estrella Venus, susurrando al oído, que el sol saldría cuando ella se escondiera en el rincón del morrón de País de Cazarabet. Las aguas seguían su curso ignorando la noche y el día, entonces un álamo sacudió sus ramas y dejó caer unas hojas entre la corriente del agua….la corteza de otro árbol moribundo las acogió cual barca fuese….para entonces el día ya había despertado y las hoces del Guadalope fueron cálidamente iluminadas …la mañana llegó a su cenit cuando el buitre se paró, descaradamente, en el cielo de Castellote.
Cuando el rebaño de Pascual Bailón cruzaba el Guadalope, en la depresión de Mas de las Matas, su perro Merlín ladró simpáticamente moviendo la cola como un descontrolado…Pascual se acercó y miró también la corriente del agua….lo mismo hicieron todas las ovejas que divertidas se miraban unas a otras. Entre las aguas del Guadalope bajaba una especie de barco con velas que eran hojas de un álamo…..todo son cosas en País de Cazarabet.
jueves, febrero 22, 2007
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