Viajamos entre aires perpendiculares y nos encontramos con la salida de un sufrido mecanismo que alisaba las maneras y rehusaba ganas de dormirse entre ramas acolchadas de un estío que llegará en unos meses…antes, todavía han de explotar las flores de los árboles frutales y han de espabilarse de verde los árboles, los campos, las noches y, aún más, las mañanas con sus tardes.
Hasta entonces soñaremos con lo de antaño.
miércoles, febrero 07, 2007
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