miércoles, febrero 21, 2007
Un año en la vida de un árbol.
El murciélago miró la cueva…se sentía extraño viviendo en ella, pero se lo había prometido al resto de bandada. A él le gustaba más surcar el tubo medio de la cueva para salir al exterior…detrás y delante de él corrían unas voces, descarriladas, que chillaban agitándose de forma extraña…como si escapasen de un fuego o de una riada. El murciélago había oído hablar de los humanos, hoy les calificaba de extraños, al fin y al cabo solo les quería decir que la ventana de luz de detrás se había cerrado.
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