La tierra estaba impregnada de humedad, su color había cobrado un tono más opaco….como más oscuro. Algunas capas habían aumentado su volumen…la tierra estaba inflamada e inflada por aquella espesa capa de agua fría, helada y cristalizada con gotas que convergían, complementándose, unas con otras.
Las brumas se levantaban desde el día en que el sol les daba de lleno con las primeras luces y con las que invaden el primer telón de la tarde . Hacía calor de invierno, aunque cuando llegabas a casa la piel del hueso estaba gélida…no podías estar con más ropas, pero todavía tiritabas….aquel era un frío hipócrita que se acercaba detrás de una calima engañosa, triste, malparada…sol de invierno.
viernes, febrero 02, 2007
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