Si yo quisiera morir
ya habría apretado el boton de la muerte
un esbrirro de profunda agonía...
... me apresó hasta hacerme llorar, huir...
y lidiar con las caricias de la muerte para, jamás, desaparecer.
Una noche encontré a un duende errante que me miró hasta su latido final....
...si el duende resistía , ¿qué no podía hacer yo?.
jueves, marzo 22, 2007
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