jueves, marzo 22, 2007
Instrumente en donde poder escribir.
La libreta estaba sobre la mesa, allí quieta y aparente esperando ser abierta para observarse en ella un desconocido aire de destreza descriptiva en relatos, cuentos y algún poema. La libreta empezaba a respirar con su latido, cuando una mano se acercaba a ella abriéndola, acariciándola con un lápiz o con la tinta que se deslizaba entre un papel secundario. La libreta estaba siempre dispuesta, sabía que su misión era rellenarse; en este caso de letras, palabras, oraciones, párrafos, relatos, cuentos, historias…emociones, alegrías, tristezas, conmociones, vacíos, demoras…. La libreta esperaba conseguir estirar sus días, así prolongaba su placer desde la emoción de aquella mano que descifraba emociones dibujando su propio tiempo, aquel contenido en tres tiempos.
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