jueves, marzo 22, 2007
Sobrevivir.
Marta o estaba sonriendo o estaba triste…Marta cuando podía sonreír se esforzaba en rodearse de bromas, sonrisas, sornas… sabía que, en cualquier momento, aquella magia podía desaparecer, sin aviso y a traición. Muchos días estaba cansada de aquella especie de lucha, pero después de una buena infusión mirando el sol y a los juegos con nubes de colores, pensaba que todo, absolutamente todo, valía la pena. Entonces recordaba las pastillas, las cuchillas, los golpes contra las paredes, la obsesión por romper cristales y espejos… Después la sangre, la cabeza abotargada, el dolor, las náuseas, l rechazo a la comida, la sed convulsiva… el deseo, impetuoso y febril, por dormirse profundamente y sólo despertar si valía la pena vivir. Marta llevaba muchos años así… con todo, siempre despertaba viendo un amanecer tan diferente como mágico.
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