La tarde comenzó a calentarse con temperaturas innecesariamente duras en aquellos días de marzo. Era una especie de primavera adelantada como se adelanta, sin más, el verano quitándole aire y terreno a la mismísima primavera. El aire ,si se mueve ,refresca y recuerda, como un atisbo, algunos días de invierno….pero todo se pierde cuando el sol se deja querer entre la maraña de calles estrechas y cortas o anchas y largas….siempre los que tienen más tienen más de todo y quieren, aún, más de todo.
Mientras tanto el pueblo gruñe por la excesiva temperatura de este sol que quema….ella sale a las calles y camina hacia los campos, desfilando entre los álamos…atreviéndose a pasar y respirando de aquel sol, tostándose de él….hasta el hastío.
Alguien le dijo que su vida tenía el tiempo marcado.
lunes, marzo 05, 2007
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