De muertes y duendes
Si yo quisiera morir
ya habría apretado el botón de la muerte
un esbrirro de profunda agonía...
... me apresó hasta hacerme llorar, huir...
y lidiar con las caricias de la muerte para, jamás, desaparecer.
Una noche encontré a un duende errante que me miró hasta su latido final....
...si el duende resistía , ¿qué no podía hacer yo?.
La noche estalló
Donde se duermen las hadas, las del pensamiento
Cuando relamen al mirar el río…
…el de la plata
que forman las estrellas
en su camino hacia la luna.
Adiós y hasta mañana
Por un camino de piedras
Donde el polvo se hiela …
….bajo un sol calibrado
donde las piedras son brasas…….
…..entre los fríos y las escarchas,
entre el calor y la sequía…
Ayer viajamos hasta la zona caliente
De un sendero gris
Que cambiaba de color , cada segundo…
Cada minuto… en cada momento..
Desde el suspiro final.
Mi amigo no conocía el nombre de la tarde
Desconocía, también, su tranquilidad
Y el deseo comprimido…
…de la palabra libertad.
Así que se adentró, cansado y triste
Hacia una noche de invierno
Recorriendo pasadizos
Que le quemaron la mirada…
Sin parpadear y aliviado
encontró la mañana ,
encogida dentro de un sol…
mañana que daba paso a una tarde…
…ya no tan temida por mi amigo.
La esfera de aquella luna
Desprendía calor
A la espera de un frescor que…
Ni se podía soñar
Entre la aridez de los polos
Y el desierto de una selva…
Ni recordada.
domingo, marzo 25, 2007
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